lunes, 27 de enero de 2014

Siempre Mozart

[Con ocasión del 258 cumpleaños de Mozart (27 de enero de 1756), rescato este post, publicado por primera vez en 2009, que me había quedado entre los que pasé a borrador. El link de descarga por Mega está vigente.]


Con ocasión del 130 aniversario de la muerte de Mozart, es decir, en 1921, se estrenó en la Semana Mozart de Salzburgo una producción fílmica especial: «Vida, amores y sufrimientos de Mozart» («Mozarts Leben, Lieden, Leiden»). La productora era la empresa cinematográfica vienesa Helios, cuyo joven director, Otto Kreisler (n.1894 - m.?), fue también el director de esta película.
Hay en internet muy pocos datos de este artista: en la IMDB, por ejemplo, figuran apenas cuatro títulos, entre 1920 y 1922, para reaparecer, luego de un larguísimo silencio, como productor de un film en Reino Unido, en 1953. No es difícil entender cómo se pudo perder la memoria de su nombre, teniendo en cuenta que era judío, y según parece vinculado al movimiento sionista nacido hacía apenas unas décadas, así que con la llegada del nazismo le llegó también, lamentablemente, el ocaso a su trabajo. En el repertorio on-line del Filmarchiv de Austria, institución que se encargó en 2006 de la restauración actual de esta película, hay un precioso documento introductorio, de donde tomo muchos de los datos que traigo aquí; por lo pronto, una aproximada filmografía, más completa que la de la IMDB, de Otto Kreisler:

«Mephisto, Mascarada de carnaval», comedia, 1919
«El espectro», sobre la obra de Ibsen, 1918
«La judía de Toledo», sobre la obra literaria homónima, 1919
«Theodor Herzl, estandarte del pueblo judío», documental sobre el fundador del sionismo, 1921
«Vida, amores y sufrimientos de Mozart», 1921
«Ludwig II», 1922
«Un vals de Strauss», 1925 (dirección de casting)

La película sobre Strauss es la última en la que aparece Helios como compañía productora cinematográfica y el nombre de O. Kreissler como director, hasta reaparecer ambos luego de la guerra: el director como productor en Reino Unido, y la empresa en Austria, de 1950 hasta su cierre en 1960.

Lo cierto es que si no hubiera estado de por medio el nazismo, hoy nos sería mucho más familiar esta película sobre Mozart, celebrada en su momento como un acontecimiento artístico de primera magnitud, ya que se había trabajado en escenarios naturales, incluyendo en eso la primera filmación en el Palacio real de Viena. No sólo eso, también el vestuario denota una producción de primer orden, y no puede decirse menos de los actores, incluyendo las dos figuras infantiles.
Gracias a que «Mozarts...» fue una película apreciada en su momento, tenemos el gusto de poder verla aun hoy, ya que de las copias austríacas no quedó nada, pero sí de una de las copias vendidas en Italia, y redescubierta en Roma por el coleccionista y estudioso José Pantieri, en 1981. Se habían hecho copias para su alquiler no sólo en Italia, sino también en Hungría y Holanda. Si bien esas copias no se conservaron, muestran el amplio aliento con que se hizo este film, muy costoso en su producción, y de muchísimo detalle.

Lo que poseemos en la actualidad no es la película completa, sino una restauración de lo que se encontró, que llega a dar 40 minutos de película, con algo de laguna argumental. Se podrán ver dos o tres momentos en que se ha recurrido a fotogramas fijos, que en su original eran parte de escenas que se han perdido.

Según parece, en la producción inicial, un año antes (1920), el cameraman cometió un grave error al permitir que en los encuadres vieneses se viera el cartel del Hotel Bristol; eso motivó que este empleado fuera reemplazado por el que realizó las tomas que tenemos, Stefan Lorenz, también cameraman de la Helios (y prisionero nazi en la década del '30), fallecido en 1997 sin haber visto la restauración de la película de la que estaba convencido que no había quedado nada.
Según el Filmarchiv de Austria, el ojo aguzado puede aun hoy ver la sombra del tranvía en algunos fotogramas, sin embargo, aunque lo he intentado, no llega mi ojo a semejante detalle... En cambio, las tomas con el cartel del Hotel Bristol ya se habían eliminado en su época.

La restauración se hizo por procesos digitales, y se le añadió música de Mozart tomada de discos 78, para que la ambientación fuera más exacta. En la mayoría de los casos la música escogida es la históricamente adecuada: lo es, obviamente, en las alusiones operísticas, donde suena el fragmento que corresponde a lo que se ve, y lo es también en la entrada del Arzobispo Graf Colloredo, en la que suena la serenata que efectivamente Mozart compuso para la ocasión, y que es la que le entrega al Arzobispo en nombre de la Capilla.

Desde luego que para nuestro gusto actual, la presentación de la familia Mozart es enteramente ingenua, sin embargo quisiera hacer notar la expresividad de los actores, que se las ingenian para transmitir ideas y sentimientos con mucha exactitud, a pesar de la falta de palabras y los muy escasos intertítulos. Un momento que me parece de lo mejor es cuando Mozart se encuentra con Lessing y éste le pide lo ayude a crear un movimiento operístico específicamente alemán; la expresión de Mozart al reconocer a un personaje al que llevaba tiempo con deseos de serle presentado, no podía estar mejor actuada.
Si bien Constanza Weber aparece aniñada y un poco deslucida, esto era lo más habitual en las biografías mozartianas de la época, que se ceñían a la interpretación de Leopoldo acerca de su nuera; hoy todo eso es más discutible, pero al menos no cae esta película en el despropósito de presentar a Constanza no como una mujer aniñada sino verdaderamenete como una subnormal, como lo hace -con muy mal gusto y escaso conocimiento- la más moderna "Amadeus" (aunque en descargo de Peter Schaffer debe decirse que fue Milos Forman -¡cuando no!- el que extremó ese aspecto del guión original, ya que en la obra de teatro no era así).
Otro aspecto a resaltar es la certera caracterización, en pocas pinceladas cada uno, del arzobispo "bueno" y del "malo", y la actuación de los dos niños que hacen de los hermanitos Mozart.

Sobre el archivo:
Yo lo bajé vía Emule, de http://www.mundosilente.com.ar/, estupendo sitio sobre el cine mudo; traduje, con mi rudimentario alemán, los intertítulos (si alguien quiere proponer una más perfecta traducción, tanto mejor) y los sincronicé; y volví a subir la peli para que pueda ser descargada en descarga directa, como todas las que subo al blog.
Doy aquí, entonces, tres direcciones:
-para descargarse la película por Mega: (4 archivos de 100 Mb y 1 de 20 Mb, incluye los subs)
-para bajar sólo los subtítulos: www.opensubtitles.org
-Como alternativa, los que prefieran Emule o si me denuncian el link de Megaupload (aunque aclaro que a mí me tardó meses en bajar, por indisponibilidad de fuentes): ed2k://fileMozarts%20leben-O.Kreisler%201921.avi420557442284B7C763B1BB001F83C0C516F76E7D9h=FW5ZMAATQMCHMSDAKPNNOKQOPMGOHAKH/

Webgrafía:
-acerca de esta restauración, el director, anecdotario, etc (base de este escrito mío):faszination_filmarchivierung.pdf
-acerca de la compañía Helios: http://www.imdb.com/company/co0037491/
-acerca de Otto Kreisler, aunque incompleto: http://www.imdb.com/name/nm0470689/
-otros datos, no del todo concordantes, sobre Kreisler: http://www.citwf.com/person502768.htm
-una linda presentación de la película (que recoge los datos del mismo documento que yo): www.3sat.de

Hay editados en la actualidad algunos de los títulos, para quien le interese la compra. En el sitio del Filmarchiv (http://www.filmarchiv.at/) tienen carro de compras, incluyendo la venta de la de Mozart que estoy reseñando, junto con otros títulos muy interesantes, y a precios acomodados. En http://www.ihffilm.com/22943.html se consigue la de Th. Herzl también a precio razonable.

Una de cada 200 mujeres queda embarazada «gracias al Espíritu Santo»

«Este dato fue revelado en una investigación realizada por la Universidad de Carolina del Norte. ¿Se puede tener un hijo sin tener sexo? La verdad detrás del misterio de las vírgenes madres.»

Así dicen, literalmente, el título y el copete de la noticia publicada por Clarín en su blog «Entre mujeres». Con semejante título y promesa de desvelamiento de una verdad con tantas ramificaciones, ¿quién no lo leería?

Pues, a leerlo. Copio:
Una de cada doscientas jóvenes estadounidenses declara haber quedado embarazada a pesar de ser aún virgen, según un estudio publicado en el British Medical Journal (BMJ).La investigación fue realizada por la Universidad de Carolina del Norte y, sobre un total de 7.870 mujeres que participaron en un estudio a nivel nacional de larga duración (1995-2009) y confidencial, 45 de ellas (el 0,5%,) asegura haber concebido sin el menor contacto sexual ni penetración vaginal.Además, ninguna señaló haber recurrido a algún tipo de asistencia médica para la procreación, esto es, inseminación artificial o fecundación “in vitro”.Casi un tercio de estás mujeres que afirman haber quedado embarazadas antes de su estreno sexual hicieron voto de castidad antes del matrimonio (31%), algo muy común entre los cristianos conservadores.Los resultados se apoyan en las respuestas a una serie de preguntas sobre el historial de sus embarazos y los comienzos de sus relaciones sexuales, aunque no se les preguntó directamente a las participantes si eran vírgenes en el momento de quedar encintas.A pesar de todas las precauciones tomadas por los encuestadores, no se descarta una posible falta de comprensión de las preguntas en algunos casos, admiten los autores del estudio.Por otra parte, "hace algunas semanas intentamos verificar si este fenómeno se limita sólo a las mujeres", indicó Amy Herring, docente de la universidad y líder de este trabajo. "Encontramos también algunos padres 'vírgenes', algo que es aún más difícil de comprender", dijo con una sonrisa.“Estos resultados sacan a luz algunas cuestiones relativas a la educación sexual pero, sobre todo, hablan de la dificultad para obtener datos precisos sobre la vida sexual de los jóvenes”, concluyó la experta.

y si la experta lo dice... ahora bien, podrían ahorrarnos la sandez de título, que casi da vergüenza ajena.

jueves, 23 de enero de 2014

Divulgación bíblica

Algún día (espero que no muy lejano), en la Iglesia se descubrirá, o se redescubrirá, el inmenso valor y la perentoria necesidad de una divulgación bíblica de calidad entre los fieles y hacia el mundo; se estudiará en las facultades teológicas la "Iniciación a la divulgación bíblica" como hoy se estudian asignaturas "pastorales", impensables hace 50 años.

La tarea no es nueva, la realizaron grandes espíritus religiosos a lo largo de la historia cristiana, en particular san Agustín, que explicaba al pueblo en sus sermones y en obras donde intentaba ser claro sin perder sutileza, los más profundos problemas que pueden encontrarse en la Biblia, usando de todos los métodos y marcos de referencia que su época le podía dar.

Muchas de esas respuestas fueron tan bien comprendidas y recibidas, que formaron al pueblo cristiano para un conocimiento de la Biblia por unos catorce siglos después. Incluso aunque se haya escamoteado la lectura bíblica, y se leyeran en la liturgia preconciliar mucho menos de los textos que exuberantemente presenta la liturgia actual, y en un idioma que no era ya comprendido, el pueblo conocía su Biblia, porque la divulgación había sido efectiva.

El conocimiento del mundo ha, sin embargo, cambiado mucho, la "imagen del mundo" que nos hacemos nosotros hoy es enteramente distinta de aquella que podía hacerse san Agustín, o que acompañó a los hombres por tantos siglos. Hay posiblemente más semejanza de mentalidad -y sobre todo en cuestiones religiosas- entre un hombre de hace tres siglos y uno de hace quince, que entre uno de hace tres siglos y nosotros.

A la vista de esto hay dos actitudes inútiles, y por lo tanto nocivas (en cuanto que lo que en la fe no construye, casi se puede asegurar que destruye): la de aquel que llora por los rincones la muerte de una conciencia del mundo a la que por tantos siglos estuvimos acostumbrados, y aguarda que de alguna manera, incluso por un milagro divino, se restaure esas condiciones, y la del que repite las respuestas bíblicas que valieron durante catorce siglos, porque si fueron verdad entonces, lo tienen que seguir siendo ahora.

Recórrase las páginas católicas en internet, y junto a una impronta de sincera devoción y de sincero amor a Dios, se llegará a la triste constatación de que la gran mayoría de sitios se divide entre aquellas dos actitudes. Tampoco ayuda mucho el mundo académico, donde ejemplos como el de Raymond Brown -uno de los mayores exégetas del siglo XX y a la vez un excelente divulgador- no se repiten seguido, ni el mundo de los maestros en la fe -en particular de los obispos- que, si es que han hecho algún curso de actualización bíblica, no lo demuestran en el magisterio público, donde no se los oye casi nunca explicar la Biblia en términos actuales.

No quisiera que esta nota suene a puro lamento. La divulgación bíblica es buena y es posible, sólo falta que se forme un tsunami de deseo de conocer la Biblia entre los creyentes de a pie, los únicos que pueden cambiar de raíz la modorra que padecemos sobre este tema en la Iglesia.

Algunos libros de divulgación buenos. No todos actuales, pero todos de primera calidad, y en todo caso útiles en distintos niveles de formación:

-101 Preguntas y respuestas sobre la Biblia, de Raymond Brown
-Para que tengáis vida, también de R. Brown, sobre el evangelio de Juan
-Las iglesias que los apóstoles nos dejaron, del mismo autor, sobre los distintos "modelos" de Iglesia que se detectan en el NT.
Todas estas obras (y más) se pueden encontrar linkeadas aquí

De introducción general a la problemática bíblica con una breve historia del estudio crítico, el magistral
-Visión nueva de la Biblia, de Grollenberg
Del mismo autor hay una geografía bíblica que puede ser de mucha utilidad, se pueden encontrar aquí

Una "historia bíblica" que es de lo mejor que he leído en cuanto a reflexión sobre el modo como narra la Biblia:
-La tradición biblica, de Georges Auzou